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Convento de Santa María de las Dueñas (Sevilla)

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Azulejo del siglo XVII con el escudo de la orden, que se encontraba en el convento. En la actualidad se encuentra en el Museo de Artes y Costumbres Populares de Sevilla.

El Convento de Santa María de las Dueñas fue un establecimiento religioso de la orden cisterciense en Sevilla, Andalucía, España, .[1]

Cinco relieves del retablo de San Juan Bautista, Museo de Bellas Artes de Sevilla

Historia

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El caballero aragonés Juan Mathé de Luna recibió unas casas en el repartimiento de Sevilla y las donó a sus hermanas, Leonor y María de Aragón, para la fundación de un convento de monjas. El convento fue fundado en 1251, siendo papa Inocencio IV. Tuvo la Regla de la Orden de San Benito y siguió el camino espiritual de san Bernardo de Claraval, conocido como el císter.[1]

Fue el segundo convento de monjas de Sevilla, después del Convento de San Clemente, también cistercienses, fundado en 1248 por Fernando III.[1]

Según Diego Ortiz de Zúñiga, estas monjas eran entonces conocidas como "dueñas".[2]​ También tienen este nombre otros conventos de monjas cistercienses de España: el Monasterio de San Miguel de las Dueñas de Congosto, el Monasterio de Santa María de las Dueñas de Córdoba y el Monasterio de Santa María de Otero de las Dueñas de Carrocera.[3]

La primera abadesa fue Leonor de Aragón. Esta fue sucedida por su hermana María. Esta fue sucedida por otra llamada Mayor de Guzmán y esta, a su vez, por Isabel de Argomedo. En 1293, siendo abadesa Isabel de Argomedo, se realizaron obras en el convento.[1]

Muchas religiosas de este convento pertenecieron a la nobleza. En la segunda mitad del siglo XIV estuvo como religiosa Beatriz de Jérica, hija de Jaime II de Jérica y Beatriz de Lauria.[1]

A comienzos del siglo XVI el convento tenía propiedades agrarias en Sevilla, La Rinconada, Guillena, Lebrija, Huévar del Aljarafe, Pilas, Carmona, Alcalá del Río, Manzanilla y Paterna del Campo.[1]

El régimen surgido de la Revolución de 1868 exclaustró el Convento de las Dueñas y lo derribó ese mismo año. Las religiosas se trasladaron al Convento de Santa Paula. En 1877 se trasladaron al desamortizado Monasterio de San Benito. En 1884 se trasladaron a una casa junto a la Capilla de Monte-Sion. Parte de la comunidad se trasladó en 1909 al Convento de Santa Inés. Como la normativa obligaba a que los conventos tuviesen más de doce religiosos, las ocho monjas que quedaron se trasladaron al Convento de Santo Domingo de Silos el Antiguo de Toledo, con otras monjas cistercienses.[1]

En el Museo de Bellas Artes de Sevilla se conservan los relieves del retablo de Nuestra Señora del Císter: los de Andrés de Ocampo de la Anunciación y de la Sagrada Familia y los anónimos de San Plácido, Degollación de San Plácido, Santa Faz y Asunción. También se conservan en este museo los relieves del retablo de San Juan Bautista realizados por Miguel de Adán: Bautismo de Cristo, San Juan Bautista mostrando al Redentor, Decapitación de San Juan Bautista, Cristo predicando, Cristo curando enfermos y Herodías con la cabeza de San Juan Bautista.[4]

Se conservan también dos azulejos con el nombre del convento y el número de la calle, del siglo XVII, en el Museo de Bellas Artes y en el Museo de Artes y Costumbres Populares de Sevilla respectivamente.[4]

Véase también

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Referencias

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  1. a b c d e f g Borrero Fernández, María de las Mercedes (2004). «El monasterio cisterciense de Santa María de la Dueñas. Sevilla. Siglos XIII-XVI». Historia. Instituciones. Documentos (31): 51-68.  ISSN 0210-7716
  2. Ortiz de Zúñiga, 1795, pp. 236 y 393.
  3. «Institución. Cistercienses (Bernardas)». Gobierno de España. Consultado el 9 de noviembre de 2019. 
  4. a b Fraga Iribarne, 1993, pp. 151-180.

Bibliografía

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